26 feb 2009

LETS FESTIVAL



Nacho Vegas es uno de esos artistas que, guste o asuste, expone su discurso con una potencia y urgencia muy por encima de la media. Hagan la prueba: no es posible escuchar “El Manifiesto Desastre” mientras se hace cualquier otra cosa (ya sea completar sudokus, planchar los calcetines o escribir e-mails). Sólo por esto ya es distinto del 95 por ciento de los álbumes que se editaron en 2008. En este trabajo, nos encontramos a un músico encendido, que no tiene miedo a sonar crudo, épico y vulnerable. En el repertorio, Vegas nos reconquista exponiendo estados de ánimo extremos. También sabe usar un pulso pausado, ideal para describir esas etapas de transición que a menudo resultan tan intensas como los momentos cruciales de una vida. Por supuesto, no faltan canciones sobre el arte de hacer canciones.